El revés del tiempo.
Es tanto más lo que
sucede a nuestras espaldas, nuestra capacidad de conocimiento es minúscula, lo
que está más allá de un muro ya no lo vemos, o lo que está a distancia, basta
con que alguien cuchichee o se aleje unos pasos para que ya no oigamos lo que
está diciendo, y puede que nos vaya la vida en ello, basta con que no leamos un
libro para que no sepamos la principal advertencia, no podemos estar en más que
en un sitio en cada momento, e incluso entonces a menudo ignoramos quiénes nos
estarán contemplando o pensando en nosotros, quién está a punto de marcar
nuestro número, quién de escribirnos, quién de querernos o de buscarnos, quién
de condenarnos o asesinarnos y así acabar con nuestros escasos y malvados días,
quién de arrojarnos al revés del tiempo o a su negra espalda….
Javier Marías (Mañana en la batalla piensa en mí)
No hay comentarios:
Publicar un comentario