Muerte II.
La postura dejaba
las bragas al descubierto y esas bragas a su vez las nalgas en parte, eran
bragas menores. Pensé estirarle y bajarle la falda por un repentino recato y
para que no se le arrugara tanto, pero no podía evitar que me gustara lo que
veía y era dudoso que fuera a seguir viendo si ella no mejoraba.
Javier Marías
(Mañana en la batalla piensa en mí)
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